martes, 20 de octubre de 2020

Septiembre 2020

 

 Llegó el otoño,
 pasó el verano,

 transcurrió el tiempo,
 se fué primera ola de epidemia,

 albergamos esperanzas 
 de la nueva " normalidad"
 
 y se deshicieron todas
 las expectativas
 en nuestras narices.



 Hay que convivir con el virus
 ( se nos dijo)
 sobreentendiendo inútil
 plantear cualquier estrategia de 
 intento de erradicación
 tipo asia.

 
 Así que aquí estamos
 entrando de lleno
 en una crisis económica sin precedentes

 donde todo pinta fatal.


 Y vamos tranquilos
 al matadero,

 pensando que al vez no nos duela
 nada,

 y ocurra todo sin dolor.



 Sin dolor empezar a vivir
 o tal vez sobrevivir
 en un mundo que ya no conoceremos,

 y vamos noqueados
 hacia ese matadero sin remedio.


 Tristes, asumiendo
 que ya no hay remedio,

 y tal vez no lo haya.


 Perdiendo la esperanza
 poco a poco
 de que las cosas podrían mejorar.



 Callados y silenciosos
 hacia ese matadero,

 no sé quién podrá
 escapar o el modo de escapar
 de tal destino.


 Mi ánimo , como el de mucha 
 más gente se resiente,

 a pesar de mis esfuerzos
 de mantener la calma.




 No tengo a veces energías
 para escribir,
  
 pero hoy he podido,

 y menguan mis fuerzas.