Las flores han roto
en color el aire,
se han ido las nubes,
un silencio
acaricia mi alma,
un viento
prudente
inspecciona otros paisajes,
y mis lágrimas y melancolía
lo llenan todo
de gris y negro,
me voy derrumbando
ante las circunstancias,
y deseo irme
deseo irme en paz,
y hacerme nada,
difuminarme entre las sombras,
escapar a un destino
tenebroso y gris,
y pensar que aunque estemos de paso
existen formas de acallar el dolor interior
y que se queden
el alma y el corazón en silencio.