Septiembre llega con esperanzas
y pesadumbres.
Hoy he tenido un buen bajón
desde por la mañana,
sentía que me hundía
en los abismos,
perdí las ganas de luchar,
luego no sé cómo
aparecieron mis cenizas,
y parecían arder
y no estar apagadas totalmente,
con las fuerzas menguadas
sigo adelante,
entre los desafíos de este
lleno de luz y hojas secas,
lluvias, viento, barro
y polución.