Estoy algo mejor
después de atravesar
tantos baches anímicos
y laberintos
de una ansiedad que parecía
indominable,
no estoy vencida
aunque me sienta rota,
intento coger
el camino,
un camino que me vaya devolviendo
cierta tranquilidad
y haga aflorar esa energía
casi muerta que me dejó
al borde de la postración.