La anécdota.

Este verano disfrute de unos cuantos días visitando un bonito trozo de Costa de la provincia de Almería,el lugar era casi idílico.

Ni me picaron medusas, el mar en general estuvo muy tranquilo, y bueno el agua casi transparente por no decir totalmente trasparente en algunos sitios.

La anécdota, me transporta a mi infancia, cuando veraneaba en una playa de Cádiz con mis padres, era un pueblo costero e íbamos todos los veranos, había unas zonas protejidas por corrales, y por una especie de espigones y cuando la mar estaba muy baja , entonces no había casi olas, igual que este verano en algunas de las playas que estuve.

Recuerdo a mi padre y sus costumbres, tenía la costumbre de tumbarse boca arriba y hacerse el muerto en medio del agua cauando no había oleaje ( e incluso aunque lo hubiese si no era demasiado fuerte) y recuerdo que yo entonces eso lo veía como un absoluta falta de diversión, estarse flotando ahí, sin nadar ni hacer nada, solo respirar, sin más.

Total, que creo que hay costumbres que se heredan, no lo sé, y esta de hacerse el muerto en el agua, de pequeña yo pensé que jamás la heredaría, pero bueno este verano lo descubrí, lo rejalante que era hacerse el muerto y flotar ahí en al agua del mar, no oyes nada , absolutamente nada, más que el sonido de tu propia respiración,o sea que te aislas del mundo y entonces entras en tu propio mundo interior.

Esto no es muy aconsejable como haya algo de oleaje, lo digo por propia experiencia, viene una ola, y te saca rápidamente de tu " descanso" de la manera mas traicionera posible, con una buena ahogadilla, que vamos te entra el agua en la nariz de la manera menos agradable posible y pasas escupiendo agua un buen rato, porque te pilla absolutamente de sorpresa.

Y se caba el descanso y se acaba totalmente por sopresa todo tu relax del mundo ese interior tan agradable, y entras en el mundo rápidamente con todos sus ruidos y demás cosas que hubiera.

Saludos.