Te entiendo: el mundo del agite de las relaciones productivas, como metáfora, para vernos el rostro inhumana, y quizás repensar la vida de nuevo en el lado de los afectos y sentimientos. UN abrazo. Carlos
Cierto, Amapola. Lo que mueve el mundo es la codicia. Y la codicia es un sentimiento con el que no nacemos, date cuenta. La codicia es el amargo fruto del miedo, de la incertidumbre, de la necesidad de serenar el vivir.
La codicia es un sentimiento que se convierte en hábito, que se nos enreda en el alma y se escapa a nuestro control y entendimiento. Porque si nuestro entendimiento no se oscureciera, nos daríamos cuenta de que la colaboración y el fraterno vivir entre hermanos siempre es mucho más fructífero y provechoso que esta agotadora competición que nos arruina el alma y el futuro.
Este mundo necesita de profetas... Profetas del bien obrar y pensar... Profetas de la colaboración y la convivencia pacífica... Profetas de la esperanza... Profetas del optimismo... Y en alguna medida, aunque no sirviera de nada, todos deberíamos ser un poco profetas: tal vez no salvemos el mundo, pero lograremos salvar nuestra alma.
Haría bien el mundo en parar y escuchar al menos alguna vez la voz de los poetas, de los soñadores, de los que no tienen cartera que portar al lado exacto que el corazón ocupa. Gracias por las palabras de tu comentario. Un abrazo.
es verdad,el tiempo arrasa muchas veces...y la vorágine de la vida nos impide a veces parar...y sencillamente respirar hondo! Qué coincidencia,tu poema coincide con el tema del mío! Por cierto,gracias por comentarlo!
uufff Amapola que gran verdad y muy triste muchas veces nos impide ver lo hermoso y que tenemos a nuestro lado , , quería darte las gracias por dejar huella en mi rincón del mar desde hace semanas no puedo acceder a de seguidore por ello no estoy alli , pero me pasaré y feliz tarde gracias un abrazo desde mi brillo del mar
Siempre deseé ese momento, que se detuviera el mundo, un instante al menos y quizás aprenderíamos muchas verdades. Saludos! Te sigo y gracias por pasarte por mi blog. Te invito cuando quieras!
Pienso que las economías codiciosas se vendrían abajo....y la bondad seguiría su paso esté donde esté ....para los primeros ..difícil y sufriente recuperación, para los segundos sus almas habrán crecido más.... Un abrazo
el mundo aunque siga girando, uno puede parar y detenerse a respirar
ResponderEliminarCierto, besos¡
EliminarTe entiendo: el mundo del agite de las relaciones productivas, como metáfora, para vernos el rostro inhumana, y quizás repensar la vida de nuevo en el lado de los afectos y sentimientos. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarOjalá. Un abrazo, Carlos.
Eliminarme daria miedito...tienes razon en tu reflexion...feliz finde!!
ResponderEliminarIgualmente¡¡
EliminarCreo que le vendría muy bien para reflexionar. Va demasiado rápido, y en una dirección equivocada, me temo...
ResponderEliminarAbrazos!
Pero no se si lo hará. Abrazos.
EliminarCierto, Amapola. Lo que mueve el mundo es la codicia. Y la codicia es un sentimiento con el que no nacemos, date cuenta. La codicia es el amargo fruto del miedo, de la incertidumbre, de la necesidad de serenar el vivir.
ResponderEliminarLa codicia es un sentimiento que se convierte en hábito, que se nos enreda en el alma y se escapa a nuestro control y entendimiento. Porque si nuestro entendimiento no se oscureciera, nos daríamos cuenta de que la colaboración y el fraterno vivir entre hermanos siempre es mucho más fructífero y provechoso que esta agotadora competición que nos arruina el alma y el futuro.
Este mundo necesita de profetas... Profetas del bien obrar y pensar... Profetas de la colaboración y la convivencia pacífica... Profetas de la esperanza... Profetas del optimismo... Y en alguna medida, aunque no sirviera de nada, todos deberíamos ser un poco profetas: tal vez no salvemos el mundo, pero lograremos salvar nuestra alma.
Besos y abrazos con todo mi cariño!!!
Haría bien el mundo en parar y escuchar al menos alguna vez la voz de los poetas, de los soñadores, de los que no tienen cartera que portar al lado exacto que el corazón ocupa.
ResponderEliminarGracias por las palabras de tu comentario.
Un abrazo.
es verdad,el tiempo arrasa muchas veces...y la vorágine de la vida nos impide a veces parar...y sencillamente respirar hondo! Qué coincidencia,tu poema coincide con el tema del mío! Por cierto,gracias por comentarlo!
ResponderEliminarEs muy triste esa conclusión, aunque real...
ResponderEliminarYa se desprestigia hasta al bondad...
Beso.
Gran reflexion, muy original, saludos.
ResponderEliminarCon gran sutileza
ResponderEliminarnos dejas una gran verdad.
Enhorabuena!!!
uufff Amapola que gran verdad y muy triste muchas veces nos impide ver lo hermoso y que tenemos a nuestro lado , , quería darte las gracias por dejar huella en mi rincón del mar desde hace semanas no puedo acceder a de seguidore por ello no estoy alli , pero me pasaré y feliz tarde gracias un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarSiempre deseé ese momento, que se detuviera el mundo, un instante al menos y quizás aprenderíamos muchas verdades. Saludos! Te sigo y gracias por pasarte por mi blog. Te invito cuando quieras!
ResponderEliminarPienso que las economías codiciosas se vendrían abajo....y la bondad seguiría su paso esté donde esté ....para los primeros ..difícil y sufriente recuperación, para los segundos sus almas habrán crecido más....
ResponderEliminarUn abrazo
El amor nos movería y seríamos mucho más felices...y que luego siguiera la vida siendo más justa y mas bondadosa.
ResponderEliminarmar
Cuande reconozcamos de verdad donde están los valores viviremos mejor, besos!
ResponderEliminarTienes un premio en mi blog: Los caprichos de princesa :)
ResponderEliminarBeso.
Gracias Amappola por comentar mi poema! Un abrazo!
ResponderEliminarEl poder nunca dejarà libre sus tentàculos.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Hola Amapola azzul , eso mismo me pregunto yo .... Muy buena tu reflexión .
ResponderEliminarTe deseo un feliz fin de semana , besos de Flor .
el dinero no existe: se lo fundió la usura
ResponderEliminarla bondad no existe: la desbarató el dinero
ergo, ¡a recomponer uno y otra, veremos si somos capaces!
besos
Y que mal se pasa cuando se despierta y se llega a tan cierta conclusión.
ResponderEliminarUn abrazo amapola.
Verdad
ResponderEliminarUn beso