Sigo resfriada, ya estoy mejor, pero no bien.
Pienso en los que estarán en las carreteras para ver a seres queridos, pienso en el frío que hace fuera en la calle, y sí, también en los que no tienen un techo o simplemente un plato de sopa caliente.
Y luego veo que tal vez sea una afortunada a pesar de mis virus, a pesar de todos los demonios que veces me habitan y no se van.
Un beso.